Nacido en México y hoy mundialmente conocido, Carón es uno de esos artistas que nos demuestran cómo nada es en realidad lo que parece.
Te enfrentas a un cuadro, empuñas un Smartphone, apuntas a la obra con éste y, de repente, el arte cobra vida lejos de la simple mirada humana. A través de una aplicación de iOS y la tecnología de realidad aumentada, las pinturas del artista mexicano Neon Carón se separan de nuestra cotidiana capacidad de ver para apuntar a un sinnúmero de posibilidades alternas y realidades diversas. Lo que sus cuadros proponen no es un entretenimiento extenso del arte, sino los cuestionamientos –quizá– de cómo observamos lo que observamos y cómo accionamos lo que se nos presenta. En un sentido más profundo, la pintura de Carón es un ensayo por la manera en que nos vinculamos con las creaciones de la contemporaneidad; es decir, si un teléfono celular es usualmente el mediador de lo que vivimos y el juez último de lo que se comparte, en su trabajo resulta esta herramienta el vehículo principal de la experiencia estética.
Neon Carón –seudónimo de Jaime Shelley Salinas– dice que la inspiración total para utilizar la tecnología del Augmented reality, misma que se utiliza con más frecuencia y cotidianidad en la publicidad, fue el otorgar un nuevo giro a la pintura. O, en todo caso, hacer de la pintura sólo un pretexto para lo que podríamos entender un nuevo momento en las artes, vistas desde la era en que todo lo digital es de fuerza aun mayor y de exclusiva relevancia si se le comparte vía electrónica.
Durante una entrevista para El Horizonte, Carón menciona que en su producción, «la idea es poner espíritu al cuadro, que haya algo en la obra que no se vea a simple vista, y que por medio de un teléfono o dispositivo se pueda apreciar la verdadera interpretación de lo que quiere plasmar».
El artista es reconocido por generar escenarios que clamen por una ruptura del marco o los límites espaciales, así como por desarrollar retratos a figuras icónicas de la cultura pop de antaño o vigentes; entre estos se encuentran Miley Cyrus, David Guetta, Roger Waters, Garbage y personajes ficticios como Astroboy o Snoopy.
Asimismo, conjugando los discursos o parangones de la experiencia actual del arte, Neon Carón apunta un perfil bastante político en la dirección que está tomando su trabajo: «Hago énfasis en la apropiación cultural. Vivimos en una sociedad donde ya todo está online, a todas horas en cualquier lugar. Los derechos de autor ya no son mas que modismos arcaicos. El colectivismo, el open source, son el futuro», ha dicho para una entrevista al margen de Ethos.
Neon Carón es, en suma, un artista que no se dedica a crear “pinturas que se mueven”, es uno de los creativos más interesantes que tiene la plástica mexicana hoy; un sujeto que entiende el momento que atraviesan ahora a los museos, galerías y redes sociales, y cuya obra muy seguramente participará de una de las transformaciones más estridentes en la forma que vemos y vivimos el arte.
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