LatinAmerican Post entrevistó al artista mexicano que utiliza la realidad aumentada en sus obras, conoce los detalles aquí
Desde la Ciudad de México, LatinAmerican Post tuvo la oportunidad de entrevistar al artista mexicano Neon Caron quien nos cuenta su historia de cómo ha innovado en el arte a través de la realidad aumentada. A continuación lo que nos contó.
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LatinAmerican Post: ¿De dónde nace la idea de la realidad aumentada?
Neon Caron: Antes de descubrir que era artista, trabajaba como director de nuevos negocios, estuve trabajando como diez años. Más o menos en el 2008, me mandaron a Chicago a una feria de tecnologías para puntos de venta y conocí la realidad aumentada, desde que la vi se me voló el cerebro, no podía dejar de pensar en todas las cosas que yo le quería poner realidad aumentada. Veía un cuadro y me estaba imaginando lo que podía ponerle a ese cuadro.
Cuando pensé en aplicarlo para el arte no me parecía tan descabellado pues quién tiene apetito para el arte ya es un segmento muy segmentado de la población mundial, en mi opinión. Y una obra de arte ya se considera de alta gama, podríamos decir. Desde que conocí la herramienta se me hizo muy lógico pensarlo como una solución para que la obra tenga una especie de alma, que sólo se pueda ver a través de ésta herramienta. Desde el 2008 hasta el 2015 que fue cuando saqué mi aplicación, hay un gap enorme de tiempo el cual me comprueba que las cosas no son inmediatas. Las cosas que queremos hacer y que soñamos lograr, no se logran de un día para otro, hay que esperar, aprender, conocer, arriesgarse y sacrificar. Eso es un recordatorio personal para mi constante, de que las cosas se pueden hacer pero con mucho trabajo.
Fue un camino muy largo en el que, hasta que salieron los iPhones, se me abrió una ventanita de esperanza, dije “ok, ya voy a poder a hacer algo sin tener que gastarme millonadas de dinero” que no tenía. Era imposible, a menos de que estés vendiendo un cuadro de 20 millones de dólares.
Y bueno, desde que se me abrió esta ventanita, esta oportunidad de empezar a hacer un aplicación para iOS, a aprender a hacerla y a que me la verificaran y aceptaran los de Apple pues fue otro gap de tres o tres años y medio, entonces así fue como nació la idea.
L.P.: ¿Habías pintado antes?
N.C.: Crecí en un ambiente medio bohemio, mi papá pinta y mi mamá pintaba. El primer cuadro que vendí fue a mis ocho años o algo así. Siempre estuve motivado a pintar y dibujar.
No perseguí la carrera desde chiquito pues hubo un miedo personal de que estaba haciendo las cosas mal, yo soy daltónico, entonces siempre me molestaban con que pintaba las cosas al revés.Otra de las razones fue porque tenía una falsa idea de lo que era el éxito, no creía posible que en las artes lo encontraría. Pero atrás de las relaciones del money making, me di cuenta que estaba debiendo un vacío personal muy importante y no me sentía pleno.
Mandé a la fregada todo lo demás y me arriesgué, paralelo a que desarrollaba la aplicación, decidí aprender a pintar. La felicidad está en hacer lo que te apasiona, lo que te gusta, lo que te hace sentir creativo y pues aquí estoy.
L.P.: ¿Qué mensaje quieres transmitir con tus obras?
N.C.: Lo que trato de hacer cuando pinto es conectar con mi niño interno. Las personas que compran mi arte, generalmente conectan con esa misma añoranza con la que yo conecto cuando pinto.
Y por el otro lado, cuando se anima un dibujo animado, tiene muchísimo más sentido animar éste que una planta o paisaje. Aunque se me antoja hacer paisajes para animación pero pues igual. Siento que la carrera artística tiene un desarrollo como el humano, yo siento que estoy en mi etapa infantil, sigo siendo un niño como artista, seguir explorando las cosas como un infante me parece interesante.
L.P.: ¿Qué te inspira?
N.C.: Me inspiran muchísimas cosas en particular.
En este momento de mi vida el ser papá y el poder provocar reacciones en mi hija a través del arte es algo que me conmueve y me inspira muchísimo.
L.P.: ¿En qué proyectos te encuentras actualmente? ¿Cuáles son tus planes a futuro?
N.C.: El proyecto más destacable en el que estoy trabajando ahorita es en la adaptación de mi nuevo estudio, que ya está en el corazón de la Ciudad de México en la Colonia Roma. Va a ser literal una fábrica de sueños para mí y para muchísimas otras personas con las que voy a estar trabajando a través de la fundación y a través de las residencias artísticas que pretendo hacer. Va a ser un espacio sumamente creativo que le regresará a la Colonia Roma y a la Ciudad de México un espacio sumamente lúdico y creativo.
La fundación se llama Luz Neon y básicamente habla un poco de mi historia, trato de conectar con niños y jóvenes que están en situación de vulnerabilidad para ayudarlos a través de las instituciones con las que ya están siendo apoyados, canalizando un poco con esas organizaciones y tener un acercamiento a través del arte para tener un desarrollo humano un poco más digno.
Nunca antes había yo hecho filantropismo, entonces va a estar interesante ese proyecto.
LatinAmerican Post | Ana María Aray Mariño
Copy edited by Vanesa López Romero
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