lunes, 6 de julio de 2015

La fe aumentada

Antonio Spadaro, la fe aumentadaANTONIO SPADARO, Director de la Civitá Cattolica | Estamos habituados a tener una visión “potenciada” de la realidad: binóculos, telescopios, microscopios, ecografías y tac nos hacen ver más allá de nuestra propia ca­pacidad de visión. El objetivo ayuda al artista a ver “inten­samente” lo que está viendo y a mostrárselo a los demás. Hoy asistimos a la difusión de una forma diferente de vi­sión de la realidad que se lleva a cabo con una tableta o con un teléfono de pantalla tác­til: la “realidad aumentada”, que permite la superposición de niveles informativos a la experiencia real que se está produciendo delante de nues­tros propios ojos. No hay más que orientar el objetivo hacia una dirección cualquiera y utilizar una aplicación de AR (Augmented Reality, realidad aumentada) para ver informa­ciones acerca del lugar en el que estamos, de su historia y también de la presencia de tiendas, informaciones de trá­fico y otras cosas por el estilo. En este caso, la vista sobrepone a la realidad “actual” una rea­lidad “aumentada” hecha de flujos de informaciones que nos ayudan a comprenderla mucho mejor.

De ahí viene la siguiente pre­gunta: ¿la luz que la fe ofrece a la vida cotidiana del creyente puede entenderse analógi­camente como una forma de “realidad aumentada”? Es la fe la que me hace distinguir el cuerpo de Cristo en el pan du­rante la celebración eucarística y me ofrece una información ulterior a lo que mis ojos ya han visto. Es verdad que el sa­cramento es una señal “eficaz” de la gracia: no solo genera información, sino que hace lo que dice. Por eso la pregunta debería ser: ¿acostumbrarnos a la realidad aumentada tendrá una influencia en el modo en que se comprenderán, describi­rán y vivirán los sacramentos?

Sin lugar a dudas, el hecho de acostumbrarse a este nuevo tipo de realidad se está con­virtiendo para algunos en una metáfora de la fe como guía para la vida. La escucha de la Palabra de Dios por medio de la Biblia tiene precisamente esta función. Basta con volver a leer el Salmo 119, 105: “Lámpara es tu palabra para mis pasos, / luz en mi sendero”. O el Deu­teronomio, que pide poner los preceptos del Señor como “una señal en tu frente” (Dt 6, 8) para ver la realidad de una ma­nera “aumentada”. Aumentada, precisamente, por la fe.
 

0 comentarios :

Publicar un comentario