Grandes fabricantes preparan anteojos de última generación para explotar el casi infinito potencial de la realidad aumentada. Los expertos sostienen que esta tecnología revolucionará el comercio electrónico a nivel mundial
MANUEL BLANCO
REDACCIÓN / LA VOZ
Imagine que está buscando una librería para el salón de su casa. Un mueble sofisticado, distinto. Un tanto arriesgado. Imagine que tiene la posibilidad de probar con varios sin el esfuerzo de comprarlos, cargar con la pieza, montarla y, si no le gusta, devolverla. Imagine incluso que puede hacer esto con ropa, con unas zapatillas o con una joya. Probar si le convence sin necesidad de pasar por caja o acudir a la tienda. En nada, a la vuelta de la esquina, está práctica se convertirá en el día a día de millones de consumidores. ¿Cómo? Gracias a la expansión de la tecnología de realidad aumentada (RA), esa que revolucionó el universo de los videojuegos tras el éxito internacional de Pokemon Go y que se consolida a pasos agigantados en el mundo de la industria. Su siguiente salto, seguramente el más decisivo, será el de los bienes de consumo.
Porque con las soluciones de RA, el usuario podrá proyectar el mueble en cuestión en el salón en 3D, colocarlo en el espacio que quiere y a tamaño real con una sensación hiperrealista. Ver si encaja, si le gusta el color y las formas y si combina con el entorno. En definitiva, si es lo que quiere. El potencial de esta tecnología está llamado a transformar los hábitos de consumo y son muchas las voces que sostienen que cambiará de forma radical el comercio electrónico a nivel mundial. Las cifras de negocio de las que se están hablando dan fe de ello: la realidad aumentada moverá más de 150.000 millones de euros a partir del año que viene. «Es difícil de saber, pero en términos globales puede ser incluso una cifra conservadora», sostiene Xoel Vázquez, CEO y cofundador de Xoia Software, la punta de lanza de este sector en Galicia y una de las grandes referencias del sector tecnológico gallego.
OSCAR VAZQUEZ
Vázquez coincide en que el recorrido de esta industria es «casi infinito» porque la RA se puede aplicar a todo tipo de sectores y actividades y se alinea con aquellos que creen que el siguiente salto de esta tecnología será convertirla en un producto de consumo masivo. «Es cierto que hasta ahora se había quedado en la parte más industrial y por supuesto en los videojuegos con Pokemon Go, pero ya hemos descubierto que puede aportar valor de otras formas».
Xoia ha musealizado yacimientos en Galicia con realidad aumentada de forma que el visitante puede reconstruir ese espacio con su móvil, proyectar cómo era en el pasado e incluso interactuar con personajes que explican las situaciones que allí se vivieron hace muchos siglos. Pero la firma gallega tiene una vocación transversal: «Es que nosotros somos expertos en la tecnología, por lo que somos capaces de atender casi cualquier sector». En breve lanzará una solución que permite conocer la historia de una bodega ourensana e incluso cómo era la vendimia en la antigua Roma solo con proyectar la etiqueta desde el teléfono móvil y hace dos semanas hizo lo propio en Conxemar con un catálogo de Congalsa que presentaba en 3D sugerencias de emplatado con los productos de la compañía barbanzana. Retail, cultura, ocio, márketing, industria 4.0, patrimonio... Las áreas en las que se está especializando Xoia figuran entre los pilares de la economía que viene.
Pero la consolidación definitiva de la realidad aumentada como objeto masivo de consumo se está cocinando en estos momentos. E implicará saltar del móvil a algo tan prosaico como unas gafas. Gigantes como Apple o Facebook están diseñando lentes de última generación que permitirán explotar todas las posibilidades de la RA, de forma que el usuario recibirá en este dispositivo toda la información virtual que interactúa con espacios físicos, la esencia de esta tecnología. La experiencia inmersiva definitiva.
Hace solo unos días, el analista Ming-Chi Kuo, uno de los gurús tecnológicos del momento, aseguraba que Apple colocará sus gafas en el mercado en el segundo semestre del año que viene. Serán un accesorio del iPhone, pero en realidad cambiarán la forma en la que se interactúa con el smartphone. «El salto para la RA será diferencial -intuye el CEO de Xoia-; el móvil ya no saldrá del bolsillo». Facebook, por su parte, se ha aliado con Ray-Ban para diseñar las suyas, aunque no prevé comercializarlas antes del 2023.
Segunda vuelta
En realidad, estas gafas representan un viaje al pasado. A un pasado no muy exitoso, por cierto. Las Google Glass (GG) figuran en el imaginario tecnológico como uno de los grandes fracasos de la multinacional californiana, pero todo indica ahora que aquella idea de convertir unas gafas inteligentes en el siguiente gadget de consumo masivo está a punto de vivir su segundo asalto. Las GG aterrizaron en el mercado cuando la tecnología aún no estaba lo suficientemente madura, por lo que su utilidad para el usuario resultaba poco atractiva. «En aquel momento estábamos a años luz de ahora en hardware y software, pero sí hay que reconocer que lograron poner la tecnología en el mapa, como hizo después Pokemon Go con la RA», explica Vázquez.
Que ahora sí puede ser la buena lo acreditaría el hecho de que Google no quiere quedarse fuera del negocio. La compañía ya tiene activa una versión beta de su popular aplicación Maps en 3D en la que todas las instrucciones de geolocalización que proporciona se proyectan en el mundo real gracias a la realidad aumentada desde el teléfono. Pero «Google no saca [esta solución] para el móvil, sino para las gafas», matiza.
Tiene lógica. La experiencia de usuario será mucho más fluida e intuitiva una vez que las indicaciones de la aplicación de geolocalización partan de estos anteojos digitales y no del terminal telefónico. El potencial de esta combinación de hardware y software es determinante. «Es que te pone las instrucciones del GPS en el espacio físico», arguye Vázquez. El mundo que viene, parece cada vez más claro, será real y digital a partes iguales.
sábado, 19 de octubre de 2019
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Vázquez coincide en que el recorrido de esta industria es «casi infinito» porque la RA se puede aplicar a todo tipo de sectores y actividades y se alinea con Visitar el Website
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