Nació como un dispositivo que fuera capaz de facilitar la comunicación alternativa a personas con discapacidad (parálisis cerebral o ELA), y hoy se ha convertido en un software totalmente personalizable con aplicaciones en campos como la automoción, robótica, medicina, gaming, neuromárketing o retail.
El software eye-traking ha sido desarrollado por Irisbond, una startup española fundada por el ingeniero Eduardo Jáuregui en 2013, y puede tener mucho futuro, porque estudios recientes apuntan un fuerte crecimiento del mercado global de la comunicación alternativa, que alcanzará los 442 millones de euros en 2025, lo mismo que sucede con el mercado global de eye-traking, valorado en 287 millones de dólares en 2018, y que crecerá un 27% anual hasta 2025.
Determinados sectores están demandando una experiencia personalizada en los dispositivos de consumo, impulsando esta tecnología de seguimiento ocular que tiene aplicaciones en salud y retail, aunque la tendencia en los próximos años se enfocaría a automoción y neuromarketing con la realidad aumentada y realidad virtual al incorporarse a dispositivos móviles.
El primer software de fabricación 100% español permite controlar cualquier dispositivo mediante el movimiento del iris ocular. Utiliza avanzados algoritmos basados en inteligencia artificial que capta el movimiento ocular y lo traduce en movimientos precisos dentro de una pantalla, de manera que cualquier persona puede acceder a toda la información de forma natural, intuitiva y sin necesidad de emplear las manos. Y también se pueden personalizar sus funcionalidades para que todas las empresas que necesiten desarrollar iniciativas que requieran de la libertad que aporta el control con la mirada puedan ver cumplidas sus expectativas.
“Las aplicaciones son infinitas. Acceder a diferentes funcionalidades durante la conducción de un vehículo. Detectar los movimientos oculares de los clientes de una tienda para comprender qué atrae su mirada. Elegir en nuestra Smart tv qué serie queremos ver sin necesidad de tocar el mando. Hasta cambiarle la vida a una persona con una discapacidad como la parálisis cerebral o la ELA para que pueda comunicarse con total libertad con su entorno y el mundo. Gracias al software que hemos creado en Irisbond y a nuestra capacidad de adaptación, podemos hacer realidad cualquier proyecto que requiera de esta tecnología” apunta Eduardo Jáuregui, fundador de Irisbond.
“Lo imposible no es un hecho, sino una percepción. Y un desafío. Un desafío que nos reta a superarnos, a inventar productos globales, diferentes e innovadores que hagan más fácil nuestra relación con lo que nos rodea. Hablamos de tecnología con propósito. Nos enorgullece que lo que hacemos tiene impacto social a muchos niveles. Afrontamos nuestro trabajo y ‘los imposibles’ con positividad, una actitud que nos ayuda a mejorar la vida de las personas y de la sociedad porque creemos que esa es nuestra responsabilidad”, resalta Jáuregui.
Este software tiene múltiples aplicaciones en campos como la automoción o el neuromarketing, así como para ayudar a personas con discapacidad.
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