A primera vista, Google Maps no tiene muchos secretos: son, ni más ni menos y como su nombre indica, los mapas de Google. Sin embargo, hay bastantes funciones que no todo el mundo conoce y que convierten la aplicación en una herramienta con la que es imposible perderse… o perfecta para hacerlo de forma voluntaria.
La más reciente es el modo incógnito que la compañía anunció hace unos días y que estará disponible en las próximas semanas en Android (a iOS por ahora solo se sabe que llegará “próximamente”).
¿Quiere ser una sombra, un rumor, un susurro, una leyenda que pasa de boca en boca sin que nadie haya sido capaz de ver su cara? Mal vamos si lleva un teléfono encima, y más si usa los servicios de Google con la sesión iniciada. Ahora bien, este modo funciona de forma similar al que popularizó Chrome hace ya más de una década y da más o menos lo mismo: cierta privacidad ante ojos -y anuncios- indiscretos. No es lo anterior, pero tampoco está mal.
Así, al activar el modo incógnito la actividad dejará de almacenarse hasta abandonar la gabardina, el sombrero y el periódico con dos agujeros. De este modo, información como los lugares que se buscan no se relacionarán con la cuenta de Google y no se usarán para personalizar las sugerencias. O, lo que es lo mismo, si entramos en una tienda de paraguas para regalarle uno a nuestra pareja, no aparecerán todas las paragüerías de los alrededores dispuestas a cargarse la sorpresa al volver a abrir Maps. Como cualquier poder, claro, también puede utilizarse para hacer el mal.
Para iniciar (o terminar) un paseo de incógnito solo hay que entrar en el menú que aparece al pulsar la foto de perfil, situada en la parte superior derecha de la aplicación y de la versión de escritorio de Maps.
LA VIDA EN DIRECTO
Otra de las novedades más recientes -en realidad aún está en fase beta, pero en agosto llegó un número mucho mayor de dispositivos- es Live View, que combina realidad aumentada con mapas para que el teléfono nos guíe paso a paso con indicaciones sobre lo que estamos viendo -a través de la pantalla- en ese momento. “¿Ves la Torre Eiffel? Pues a la izquierda”.
La función únicamente está disponible en teléfonos compatibles ARKit o ARCore. Aquí se puede consultar la lista, pero, a grandes rasgos, casi todos los Android con la versión 7.0 o superior del sistema operativo, los iPhone del 6S en adelante y todos los iPad posteriores a la quinta generación (incluida). Además, la zona debe tener “buena cobertura de Street View”, que no debería ser un problema en zonas turísticas, pero sí en viajes a zonas más recónditas y barrios sin encanto fotográfico (para Google, al menos).
Para acceder a Live View únicamente hay que seleccionar un destino, preguntarle a Maps cómo llegar y elegir la opción a pie (aunque parezca un GPS, no debe usarse como tal, pues hay que orientar el teléfono). Si está disponible la herramienta, aparecerá un icono con forma de pin en la parte inferior central. Después Maps debe localizar al usuario y lo hace como lo haría cualquier amigo al que llamásemos desesperados: “pero ¿qué ves?”. Por lo tanto, lo mejor será apuntar a edificios y señales.
YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS
¿Quieres que Google te diga cómo ir del trabajo a casa -y viceversa-, si hay incidencias en el trayecto y cuánto se tarda aproximadamente? Pues únicamente debes decirle dónde vives y dónde trabajas. Desde el punto de vista de la privacidad asusta, pero también es cierto que la compañía posiblemente ya lo tenga más o menos claro y únicamente necesite confirmación.
En cualquier caso, las etiquetas permiten encontrar fácilmente las direcciones a las que una persona acude con más frecuencia o quiere tener guardadas por cualquier motivo: casa, trabajo, gimnasio… Todas ellas se almacenan en ‘Tus sitios’, la primera opción disponible al desplegar el menú que se encuentra a la izquierda de la barra de búsqueda.
Con esta información también se pueden establecer desplazamientos habituales para que Maps muestre notificaciones sobre el mejor momento y ruta para salir a tiempo y llegar a ídem.
EL BAÚL DE LOS RECUERDOS
Otra de las funciones que se enmarcan en la categoría ‘a medio camino entre el asombro y la paranoia‘, la cronología sabe exactamente dónde ha estado el usuario cualquier día de los últimos años. Y lo muestra en un mapa en el que se ve, literalmente paso a paso, cada trayecto. Ah, y también aparecen las fotografías hechas en estos sitios si la cámara tiene activada la función de añadir la localización.
Tal vez en el día a día no sirva de mucho, pero es una de las mejores formas de recordar un viaje o incluso de volver sobre nuestros pasos en caso de perder algo (siempre que ese algo no sea el teléfono, claro).
La cronología (técnicamente, Tu cronología) se encuentra en el mismo menú que se despliega desde la barra de búsqueda. Una vez dentro es posible buscar por fecha, por sitios (restauración, compras, cultura, lugares de interés…), ciudades o, directamente, todo el mundo.
MAPAS SIN CONEXIÓN
Aunque la función lleva disponible varios años, no está de más recordar que existe la posibilidad de descargar mapas para que estén siempre accesibles, incluso en zonas sin cobertura. Obviamente, en ese caso se pierden funciones de localización automática, pero no deja de ser mucho más cómodo -y sutil- que cargar con el mapa. Y, además, no hay que doblarlo.
Para guardar un mapa solo hay que buscar la localización deseada -no todas están disponibles, así que conviene comprobarlo con tiempo- y elegir esta opción tras pulsar en su nombre. Después se utilizan como se haría normalmente.
NO TODO VAN A SER MAPAS
Como hemos visto, cuanto más sepa Google de alguien, mejores recomendaciones podrá hacer. Así, por ejemplo, da un porcentaje de compatibilidad con los restaurantes mediante machine learning y en función de visitas anteriores a otros sitios (similares o no). Pero esta vez Maps también ayuda sin necesidad de cotillear y preguntar. De hecho, aquí las preguntas las hacemos nosotros.
Platos populares (disponible en Android y desde hace unas semanas también en iOS) responde a una duda que prácticamente todo el mundo ha tenido al visitar un restaurante: “¿y aquí qué está bueno?”. Así, al entrar en la página de un restaurante en Maps aparecerá esta pestaña, donde también se verán las fotos hechas -y subidas de forma voluntaria, claro- por otros comensales.
Lógicamente, funciona mejor en locales más conocidos y con mayor afluencia. Ésta, por cierto, también se puede consultar desde la app, donde se muestra por horas y día a día con información como el tiempo medio de espera o cuánto pasa cada persona en el local.
El tercer plato en este menú de reomendaciones culinarias es algo tan sencillo como práctico y, potencialmente, analgésico. Porque nada evita dolores de cabeza como facilitar la decisión del sitio al que va a ir un grupo de personas y esto es justo lo que permite hacer la aplicación de Maps. Tan solo hay que mantener apretado sobre uno de los lugares y se añadirá a una lista en la que es posible añadir otros restaurantes o votar. Las urnas han hablado.
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