11.06.2020 Durante el confinamiento que ha experimentado la población por la pandemia del COVID-19, si algo se ha puesto de manifiesto es la importancia que ha cobrado la tecnología y la digitalización en los quehaceres diarios.
En este sentido, desde el teletrabajo, pasando por la formación online de nuestros hijos, las videoconferencias para estar en contacto con la familia y amigos, y hasta las compras por Internet, todo ha girado, durante los meses de cuarentena, en torno al ordenador.
De hecho, la pantalla de nuestro PC ha sido para muchos, durante esos días de reclusión doméstica, la principal ventana de contacto con el mundo.
Crecimiento del eCommerce
Por lo que respecta a la actividad comercial, durante la fase de confinamiento, en la que la mayoría de tiendas permanecieron cerradas, se detectó un crecimiento espectacular de las compras online.
En la publicación digital francesa, Ecommercemag.fr, Olivier Abtan, Director de Publicis Sapient, habla de tres olas en la evolución del comercio electrónico durante la cuarentena, periodo en el que registró un crecimiento del 45%.
Así, en la primera ola (que tuvo lugar durante las 2-3 primeras semanas) se dispararon las ventas online de productos «esenciales». En una segunda ola, los consumidores apostaron por mejorar sus condiciones de vida domésticas. Esto se tradujo en un aumento de las compras de equipos para el hogar, equipamiento deportivos o bienes culturales (un 80% de crecimiento). Finalmente, tras casi dos meses de encierro, la tercera ola estuvo protagonizada por las compras en línea relacionadas con el «placer», como productos de moda (+40%), cosméticos (+110%) e incluso artículos de lujo (+40%).
Además del incremento de las ventas por Internet, esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que muchos de los nuevos hábitos a los que nos ha obligado la situación, han llegado para quedarse, como el ecommerce, el teletrabajo o la formación a distancia. Si no de forma total, al menos sí parcialmente.
Digitalización y cocinas
En el terreno de las cocinas, según apuntan desde la firma francesa de software de diseño y simulación, Inspi, el hecho de que el proceso de elección de un nuevo modelo comience online, buscando inspiración e información para llevarlo a cabo, se ha acentuado aún más durante el confinamiento, dado que las tiendas estaban cerradas. Así, sin tiendas de cocinas a las que acudir, la configuración, planificación e inspiración online se aceleró para los nativos digitales. O se inició, en el caso de aquellos que prefieren las tiendas físicas pero que no tenían otra opción.
Llegados a este punto, desde Inspi aseguran que esta realidad ha beneficiado a las marcas y distribuidores que contaban y ofrecían este tipo de soluciones. En este sentido añaden, citando a la revista gala, L’Officiel Des Cuisinistes, que desde el comienzo de la crisis, en Francia y Estados Unidos, varias empresas del sector han incrementado las ventas online un 15%. Con un aumento también de la tasa de conversión del 7 al 10% para aquellos que contaban con herramientas de visualización 3D en sus webs.
En este sentido, explican que, durante la crisis, muchos clientes norteamericanos han aprovechado la fase de encierro para prepararse para el «después» y se han vuelto más digitales.
El ejemplo del Grupo Schmidt
Asimismo, señalan el ejemplo del líder francés de la distribución de cocinas, Schmidt Groupe. La cadena ha apostado por la digitalización de los puntos de venta y por el «Web to Store» para el comercio minorista y los fabricantes. De esta manera, son capaces de ofrecer una solución multicanal completa que cubre todo el recorrido de ventas (tanto online como físico). Y ello, con soluciones de venta digitales para el consumidor final, con configurador web, catálogos 3D o aplicación de realidad aumentada.
Como dice el presidente de Inspi, Thierry Racinais, lo digital es una herramienta visionaria. Y, a continuación, reivindica el papel de su empresa: y estamos aquí para desmitificar estos temas con todos los que crean en el cambio.
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