Isabel Fernandez
¿Cómo serán los tomates del futuro? La respuesta a esta pregunta está ahora más cerca, gracias a la inauguración ayer, aunque de forma online, del nuevo centro de investigación de Syngenta en Maasland (Países Bajos). Y es que el Tomato Vision llega para romper esquemas desde su puesta en marcha.
Es la primera vez que una casa de semillas organiza una inauguración online, en este caso, debido a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Sin embargo, en Syngenta son conscientes de la importancia que la digitalización tiene para el futuro del negocio, y prueba de ello es su nuevo centro de investigación.
Tomato Vision es un espacio dedicado, en un 90%, al desarrollo de nuevas variedades de tomate y, en un 10%, al marketing, porque tan importante es contar con el material genético como asegurarse de que este tiene cabida en un mercado tan competitivo como el de este producto.
Guiados por Ruud Kaagman, Global Tomato Crop Unit Head, recorremos las instalaciones del nuevo TomatoVision: 14.000 metros cuadrados de invernadero de alta tecnología donde se prueban y seleccionan 800 nuevos híbridos con el objetivo de cubrir las necesidades específicas del mercado. “Queremos desarrollar variedades que realmente cumplan las exigencias de productores y consumidores”, afirma Kaagman, para quien esto solo es posible, creando una “conexión entre nuestros productores y el mercado”.
Este invernadero cuenta con la última tecnología, de modo que se pueden simular las condiciones de cultivo de las distintas zonas productoras, no solo en Europa, sino en todo el mundo. Dispone de cultivos con luz, sin luz y con un potente sistema de control de climatización.
Los breeders de Syngenta trabajan, además, con gafas de realidad aumentada que les permiten identificar cada una de las 120 variedades que actualmente ensayan en el invernadero, aportándoles, además, todos los detalles del cultivo.
El primer resultado de todo este trabajo es un tomate cherry amarillo que, según avanzaron ayer Kaagman y Haoyang Duo, breeder de la empresa, será comercial en breve. “Es un tomate con un alto nivel de Brix, textura crunchy y que aporta sensación de frescura”, explicó la breeder.
En contacto con el consumidor
Pero este Tomato Vision no es un centro de investigación al uso. Conscientes de la importancia de satisfacer las exigencias de los consumidores, en Syngenta han ido un paso más allá y han habilitado un espacio de 1.500 metros cuadrados donde recibir a visitantes, consumidores y retailers, y darles la oportunidad de tener un primer contacto con sus próximos lanzamientos.
Pero este Tomato Vision no es un centro de investigación al uso. Conscientes de la importancia de satisfacer las exigencias de los consumidores, en Syngenta han ido un paso más allá y han habilitado un espacio de 1.500 metros cuadrados donde recibir a visitantes, consumidores y retailers, y darles la oportunidad de tener un primer contacto con sus próximos lanzamientos.
Entre los objetivos de Syngenta en el medio plazo, está la búsqueda de resistencias al virus rugoso del tomate (ToBRFV); mientras tanto, su Portfolio Manager EMEA, Rik Lootens, afirma queda la mejor fórmula para controlar el virus es la higiene, evitando su transmisión por contacto.
Gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, “este increíble logro llegará a nuestros clientes y socios de todo el mundo”, afirma Kaagman, que, en cualquier caso, emplaza a todos a una visita física. Eso sí, cuando el virus lo permita.
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