En la actualidad se enfrenta a muchos retos, entre ellos, uno de los nuevos pero más productivo, es el de la integración de la tecnología en la formación de los estudiantes. Pero no solo a nivel de contenidos, sino que el reto es realmente la integración metodológica y en la evaluación. Es decir, la gran ventaja de trabajar con estas herramientas es la personalización del aprendizaje y la generación de la capacidad de aprender a aprender.
El desarrollo de competencias y de inteligencias debe ser personalizado y a lo largo de toda la vida. Por este motivo escogemos esta herramienta, porque se trata de una tecnología que nos acompañará a lo largo de la vida y que irá evolucionando, obligándonos a mantenernos activos y actualizarnos.
Y más de lo mismo ocurre con el desarrollo de competencias y el sobre problemas reales. La Realidad Aumentada supone trabajar sobre la propia realidad, pero integrando en ella parte de la realidad virtual. Ambos mundos se unen, en el presente, para dar respuesta a las situaciones que suceden hoy. El trabajo de la realidad aumentada debe estar vinculado con la actualidad, lo que también exige trabajar por competencias e inteligencias múltiples.
Ya por último, y en cuanto al área de conocimientos transversales se refiere, necesitamos trabajar diversas disciplinas, ya que unas complementan y potencian a las otras, aportando un mayor índice de creatividad. En este sentido, la Realidad Aumentada sigue el mismo lema, ya que engloba muchos campos como la tecnología, la estética, la proporción… es decir, el lenguaje artístico, y cualquier otra disciplina que sea representativa de esa realidad.
Foto de Ingage
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