Microsoft invierte 150 millones de dólares en adquirir patentes de una empresa que fabrica gafas de realidad aumentada.
Una cosa es que los medios de comunicación apuesten por los dispositivos wearables como el futuro de la tecnología, ya que es algo que puede surgir de campañas de marketing de esos mismos dispositivos.
Otra cosa muy distinta es que las grandes compañías materialicen esa apuesta haciendoinversiones millonarias en empresas de desarrollo de este tipo de dispositivos, haciendo evidente que es más que una tendencia mediática.
La última en unirse al carro de los inversores ha sido Microsoft, ya que Facebook compró hace poco Oculus VR, Google trabaja en sus Google Glass y en relojes inteligentes ySony también apuesta por la realidad virtual con Project Morpheus.
Los de Redmond han gastado más de 150 millones de dólares para adquirir varias patentes desarrolladas por la compañía Osterhout Desing Group, que se dedica a fabricar wearables de realidad aumentada.
Su cliente más importante es el Gobierno de Estados Unidos y Microsoft ha preferido comprar casi un centenar de patentes en vez de adquirir la compañía al completo con la intención de mejorar y desarrollar nuevos dispositivos.
Su intención podría ir encaminada a mejorar el mundo del juego y las videoconsolas a través de unas gafas inteligentes que soporten 3D diseñadas por Osterhout Desing Group y que inserten información sobre lo que el usuario está viendo.
Es en este punto en el que mejora las atribuciones de su competidor, Google Glass, ya que el dispositivo de Google no proyecta imágenes en el entorno, sino que las muestra en una pantalla cercana al ojo.
Esta inversión no significa que Microsoft vaya a sacar sus propias gafas inteligentes, peroevidencia el grandísimo interés de los de Redmond por no perder el tren del dominio en los dispositivos wearables para igualarse con el resto de los grandes de la tecnología.
Los wearables no despegan
Eso sí, todas estas inversiones podrían irse un poco al traste si se le da importancia a unestudio realizado por Endeavour Partners en Estados Unidos, que evidenció que un tercio de los estadounidenses que habían comprado un wearable dejaron de usarlo a los seis meses.
¿La razón? Muchos, que les ‘regalaron’ un smartwatch de Samsung al comprar un teléfono y en realidad no lo necesitan, otros que se les olvida ponérselo y utilizarlo con el tiempo y algunos, que lo ven ‘feo’ y que enseguida sacan nuevas versiones, por lo que no les gusta sentirse desactualizados.
A pesar de esto, los grandes de la tecnología creen que los wearables son el futuro y están invirtiendo en ello, en una lucha por sacar al mercado el próximo objeto de deseo de los usuarios, al menos durante más de seis meses de uso.
domingo, 6 de abril de 2014
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