Después de las gafas llegan… las lentillas de realidad aumentada

Puede sonar a ciencia ficción pero nada más lejos de la realidad. Aunque veamos a las famosas Google Glass como algo futurista, lo cierto es que ya está en desarrollo algo que sorprenderá aún más: las lentillas inteligentes. Con estos pequeños dispositivos podríamos ser capaces de cambiar el color de nuestros ojos cuando deseemos u obtener información de nuestro entorno de una forma aún más discreta.

El siguiente paso para los investigadores de realidad aumentada es una lentilla de realidad aumentada. Aunque parezca algo increíble y medianamente posible dentro de décadas, está más cerca de lo que pensamos. Grandes grupos de científicos e investigadores de universidades americanas y coreanas ya están trabajando en lentillas que nos permitan ver nuestro mundo de una manera distinta. Incluso la propia Samsung está interesada en estos asuntos.



Estos “dispositivos” pueden generar bastantes dudas ya que están en constante contacto con nuestros ojos, por lo que deben someterse a miles de pruebas antes para asegurar un funcionamiento correcto, cómodo y seguro para los humanos. Las últimas investigaciones han conseguido crear prototipos a base de un diodo LED fabricado con una mezcla blanda, elástica y conductora de nanocircuitos de plata colocados entre capas de grafeno para conseguir la transparencia de la lentilla. Además, los propios investigadores aseguraban que estas lentillas pueden usarse durante 5 horas sin molestias, aunque eso sí, han sido utilizadas en pruebas con animales.



 

Actualmente existen varias lentes de contacto muy similares en las que ha participado uno de los responsables de las Google Glass, pero sus problemas residen en la rigidez y poca transparencia de sus componentes. En el siguiente vídeo podéis ver cómo se proyecta una pequeña imagen en una lentilla, eso sí, en blanco y negro y rodeada de cables.


Obviamente, aún queda mucho camino por recorrer puesto que además del inconveniente de los materiales, encontramos otros como el enfoque que nuestro ojo debe realizar para poder ver las imágenes correctamente o las baterías que se podrían utilizar para hacerlas funcionar. Si bien esto último no es un gran problema ya que no deberían consumir excesiva energía, puede resultar complicado el alimentarlas –tal vez a través de tecnologías inalámbricas por las noches mientras descansamos-.

¿Pensáis que tecnologías como éstas son realmente el futuro que nos espera?