La infancia puede recuperarse en instalaciones avanzadas como The augmented reality sandbox, diseñada por Oliver Kreylos en la UC Davis. Se utiliza una cámara Kinect 3D para proyectar un mapa topográfico en color mientras se manipula la arena. El sistema, pensado para exhibirse en museos de ciencia, también permite verter agua virtual. Queda pendiente hacer castillos y pasteles de arena con propiedades digitales incorporadas.
Una presa fallida en la augmented reality sandbox permite llevar el agua virtual y la tierra aumentada a un nivel superior.
Asimismo, realidad aumentada no es sinónimo de realidad aburrida. Ya lo demostraron los proyectos de Keiichi Matsuda comentados en un post anterior. En esta ocasión hablamos de Touch the train window, un proyecto también con Kinect que va de viaje contigo y parece que trata de evitar las miradas de hastío por la ventana y la insistente pregunta: “¿Cuándo llegamos?”.
Touch the train windows, del equipo de diseñadores Salad (Tokio).
Pero el objetivo último de la realidad aumentada siempre será moverse. El domingo 7 de octubre de 2012 se celebró la primera convocatoria de coreografía distribuida globalmente, una especie de flash mob de baile telemático. Consistía en 33 movimientos sujetando un teléfono móvil, guiados por la interfaz de un cubo flotante. ¿Realidad aumentada, realidad global sincronizada?
Global choreography, diseñado por Sander Veenhof y Marjolein Vogels.
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